En Australia un 15% de los adolescentes toman un latte por la mañana, junto con un pequeño, pero creciente número de niños entre los 2 y los 3 años que también cambian el equivalente al Cola-Cao australiano por su café con leche.
El caso australiano no es tan raro: si miramos hacia Estados Unidos, el 75% de los púberes toman café y bebidas energéticas, y en Reino Unido, un estudio mostraba que el 5% de los adolescentes cambiaban el desayuno por una lata de bebida energética.
Como se puede apreciar por estos datos, cada vez es más habitual que niños y adolescentes tomen café desde edades tempranas: muchos niños entre 6 y 7 años se levantan cambiando la leche con cacao por un café con leche: si bien esta bebida no es tan intensa como un espresso, muchos padres en España se preguntan si, en realidad, es la más adecuada para sus retoños y no se debería esperar a que crecieran un poco más.
Hace poco publicamos en este blog un artículo con los distintos beneficios que el café tiene en nosotros: entre ellos, estaba el aumento de la inteligencia, la reducción del estrés, incluso sus propiedades adelgazantes.
Si bien es cierto que el consumo de cafeína no va a tener efectos negativos en su hijo, lo cierto es que prácticamente ningún especialista recomienda que comiencen a consumirlo a tan tiernas edades. De hecho, las recomendaciones del Departamento de Sanidad canadiense indican que los niños en edad preescolar no deben ingerir más de 45 miligramos de cafeína al día: equivalente a una lata de Coca-Cola light.
Además del exceso de estimulación que produce la cafeína, algunas de las condiciones que hacen innecesaria la cafeína en los niños son:
1/Las calorías vacías de la cafeína, que no proporcionan ningún nutriente esencial al niño.
2/El efecto diurético del café puede producir deshidratación en un niño: si bien en un adulto puede hacerle perder peso, el mismo efecto en el organismo de un menor no es aconsejable.
3/La cafeína puede dificultar la absorción del calcio. Son varios los estudios que apuntan que la cafeína y la falta de calcio pueden estar asociados. Este efecto, en niños en crecimiento, puede ser perjudicial.
4/La cafeína provoca insomnio: se recomienda que los niños entre 5 y 12 años duerman 11 horas al día, pero esto puede ser complejo si cuentan con una sustancia estimulante.
5/Afecta al apetito: la cafeína es un inhibidor del apetito, y en una época de la vida en la que la nutrición es esencial, un supresor del hambre puede provocar que no reciban las proteínas y minerales que deben estar presentes en su dieta.
No obstante, hay expertos que consideran que beber una taza de café en edades tempranas puede ser beneficiosa para los más pequeños: un estudio realizado en Brasil asociaba el consumo de cafeína en niños con un porcentaje menor de posibilidades de sufrir depresiones.
¿Cuál es tu opinión al respecto? ¿Piensan que los niños deben tomar café?