Sufrimos una media de 56 interrupciones al día, y, tras cada una de ellas, se tarda 10 minutos en recuperar la máxima concentración en la tarea que se estaba realizando. Esto implica 560 minutos de media (más de 9 horas) para alcanzar el estado óptimo de concentración.
La multitarea, además, no mejora estos tiempos: de hecho, y aunque parezca que ser multitarea puede ser dinámico y actual, así como productivo, lo cierto es que la multitarea tiene, como afirma una infografía de TimeCamp.com, efectos adversos para nosotros: nos provoca estrés, nos hace engordar, y es terrible para nuestra memoria, entre otros.
Tengamos en cuenta estos cinco aspectos antes de proclamar la multitarea como el Santo Grial de la productividad:
- La multitarea, realmente, no existe: realmente una persona no puede hacer más de una tarea a la vez, aunque sí puede pasar rápidamente de una tarea a otra (lo que en TimeCamp llaman rapid task switching).
- La multitarea te hace cometer errores. El psicólogo Erik Atman, de la Universidad de Michigan, comprobó que sus estudiantes cometían el doble de errores cuando interrumpían su tarea por una llamada de teléfono.
- La multitarea te estresa: intentar realizar varias tareas al mismo tiempo, además de tener a un jefe impaciente que las reclama, incrementa nuestro nivel de estrés. Y el estrés es extremadamente dañino para nuestra salud.
- La multitarea destroza tu memoria: el científico Adam Gazzlaley afirma que la multitarea afecta a la fragilidad de la memoria, que reacciona mal ante la cantidad de interrupciones.
- La multitarea… ¡te engorda!: El American Journal of Clinical Nutrition afirma que comer con interrupciones continuas nos hace ingerir más alimento, ya que el cerebro no es consciente de lo que está comiendo, y, por tanto, la sensación de saciedad llega más tarde. Por tanto, nos hace engordar.
¿Eres una persona multitarea? ¿Has sufrido las consecuencias de serlo? Cuéntanos, esperamos tus comentarios.