¡Comienza agosto! y todo a nuestro alrededor se revoluciona por la euforia de la vacaciones, pero como de eso ya se habla bastante…hoy queremos dedicar nuestro texto del mes a aquellos valientes que se quedan currando durante todo agosto.
Que no cunda el pánico, lejos de deprimir a todo el personal, vamos a hacer hincapié en las ventajas de pasar el mes de agosto en la oficina.
En primer lugar, ¡viva la tranquilidad! si trabajas en una ciudad de interior debes saber el placer que supone poder circular con tu propio vehículo sin atascos y encontrar aparcamiento en todas partes y, reconozcámoslo, podemos hacer la marmota un rato más en la cama sabiendo que vamos a llegar rapidito al trabajo.
Los jefazos suelen huir en esta época del año y la verdad es que la presión arterial disminuye en el ambiente, y como el calor acompaña, nos movemos por la oficina a «ritmo caribeño» y con tranquilidad… y qué decir de la vestimenta del día a día, ligeritos y sin pensar que nadie importante nos va a analizar el modelito.
Ahora sí, ¡un hurra a la capacidad de concentración! Pasar el día sin recibir apenas llamadas telefónicas, la plantilla y el ruido reducidos a la mitad… que gusto poder organizar todas las cosas atrasadas sin que vayan entrando montañas de trabajos nuevos a «cascoporro».
Por otro lado, recuerda que la jornada laboral tiene fin, aunque no podemos pasar todo el día en la piscina haciendo la «bomba», podemos hacerlo al final del día, quitarnos el estrés, y ¿por qué no? evitarnos unas bonitas quemaduras de tercer grado por insolación.
Por último, y muy muy muy importante: acabar el mes de agosto con dinerito en la cuenta ¡olé! Pillar las vacaciones en temporada baja es un lujo que nos ayuda a organizar un viaje mucho más barato y poder hacer turismo sin calor asfixiante y aglomeraciones.
Un consejo importante para la salud: evita poner los «dientes largos» viendo los reportajes de fotos que nuestros compis suben a las redes sociales y piensa (si todavía no has disfrutado de tus vacaciones) que cuando ellos vuelvan, te podrás tomar la revancha.
¡A reír que son dos días!